Los glaciares son enormes masas de hielo que se forman por la acumulación y compactación de nieve durante miles de años. Aunque parezcan inmóviles, están en constante movimiento, fluyendo lentamente y esculpiendo el paisaje a su paso. Son verdaderos escultores del planeta.
Estos gigantes fríos han sido responsables de modelar valles en forma de U, dejar morrenas (montones de sedimentos), formar lagos glaciares y transformar regiones enteras. Si alguna vez visitaste un paisaje montañoso muy erosionado y suave, es probable que haya sido trabajado por un glaciar en el pasado.
Además, los glaciares son archivos naturales del clima. Al analizar las burbujas de aire atrapadas en el hielo, los científicos pueden saber cómo era la atmósfera hace cientos de miles de años. Son como cápsulas del tiempo congeladas.
Pero los glaciares también son testigos del cambio climático. En las últimas décadas, muchos están retrocediendo o desapareciendo a un ritmo alarmante. Esto no solo afecta al paisaje, sino también al abastecimiento de agua en muchas regiones y al nivel del mar.
Cuidar de estos colosos es cuidar del equilibrio del planeta. Su presencia silenciosa nos recuerda que todo está conectado: el clima, el agua, la geología y la vida. Observar un glaciar es como ver la historia y el futuro al mismo tiempo.
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Referencias:
- Benn, D.I., & Evans, D.J.A. (2010). Glaciers and Glaciation. Routledge.
- IPCC (2021). Sixth Assessment Report: Cryosphere.
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